jueves, noviembre 29, 2012

Diversidad vs Innovación





La diversidad en las empresas tiene un tremendo impacto en su competitividad: es un hecho que las empresas que adoptan e interiorizan la diversidad como prioridad estratégica son más creativas, eficientes e innovadoras… pero no sólo se trata de mejorar procesos, sino de poder fusionar múltiples perspectivas y cultivar la singularidad, lo que no es absoluto sencillo.


En mercados cada vez más accesibles, la internacionalización, la necesidad de dirigirse a clientes muy diversos en nuevos segmentos y fundamentalmente el impacto de las tecnologías generan nuevos desafíos a las empresas y para algunos de ellos la diversidad es la respuesta.
 
Teóricamente la empresa de puertas adentro debería ser un reflejo de la diversidad imperante en el mercado, por tanto éste no es un asunto estético y políticamente correcto que trasladar al área de Recursos Humanos, sino que debería convertirse en una prioridad estratégica de toda la compañía.
 
Sin embargo tendemos de forma natural a rodearnos de gente afín a nosotros, que comparte valores y formas de ver el mundo. Este instinto, esencialmente bueno en sí mismo, puede ser absolutamente negativo y tener efectos devastadores en el largo plazo para cualquier empresa ya que lleva a la uniformidad de pensamiento y a una endogamia creativa muy perniciosa, y es la causa raíz del ejército de clones que pulula por las empresas. Como afirma el genial Gary Hamel: “Ideas that transform industries almost never come from inside those industries

¿Qué es la diversidad y cómo es posible gestionarla en el ámbito de una empresa?
 
Lo primero es comprender que existen dos tipos de diversidad, la más obvia o visible (relativa a aspectos tales como el género, la raza o la discapacidad), y la menos obvia y más difícil de valorar (relativa a competencias, experiencia, cultura, religión, estilo de vida, etc.) donde ambos tipos son necesarios.
Como es posible imaginar, optar por conformar una organización “diversa” va mucho más allá de incorporar a empleados de una raza o género diferente al predominante en la empresa. Lo importante no es el color de la piel sino la perspectiva única que la cultura, experiencia o competencias de la persona aportan, y que la empresa debe aprender a integrar y poner en valor.

Esto, que resulta tan sencillo de decir, incrementa la complejidad a la hora de gestionar a equipos donde la diversidad predomina, en algunos casos complicando notablemente la toma de decisiones. El papel del líder es por tanto clave en cualquier proceso de diversidad y no es en absoluto una tarea baladí, ya que muchas veces inadvertidamente cargamos con prejuicios que afloran al tratar con diferentes perfiles de personas. Gestionar a un grupo diverso y de gente muy creativa es como intentar pastorear a un rebaño de gatos. En lugar de buscar los elementos que separan a las personas, el objetivo debe ser diseñar una organización que facilite encontrar los puntos comunes y las similitudes. Algunas ideas que nos pueden ayudar a gestionar mejor la diversidad y a explorar sus usos:
 
  • Para los equipos de innovación, que se enfrentan a problemas complejos, crear grupos con diversos perfiles, experiencias e incluso conocimientos (no necesariamente relacionados directamente con el problema a resolver), lo que incidirá de forma importante tanto en la cantidad de soluciones ideadas como en su calidad.
  • En las áreas directivas deberíamos también integrar perfiles diversos (no sólo en lo tocante a diversidad “visible”) capaces de identificar patrones nuevos, eliminar ideas preconcebidas sobre qué va a funcionar y qué no y eliminar esa “normalización de la desviación” que afecta a tantos consejos (consecuencia de asumir que algo que repite habitualmente, aunque esté mal, sea normal).
  • Utilizar la diversidad como forma de explorar nuevos mercados, desechando estereotipos y viendo todas las facetas del cliente lo que nos permite focalizarnos en el autentico trabajo que necesita el cliente y no en nuestra percepción de él. 
Una de las empresas que mejor ha entendido la importancia de la diversidad como palanca de la innovación, capaz de crear ventajas competitivas forma sostenida en el tiempo es IDEO, la que probablemente sea la empresa más puntera en diseño de productos innovadores del mundo, abanderada del design thinking y del diseño centrado en la persona. (Les recomiendo ver el video de Ideo en otro post de este blog)


PD: Crédicos para Javier Mejías

sábado, noviembre 10, 2012

El Decálogo de Manuel


Para la última reunión del programa ProEmprendedores de este año tuvimos la visita de Manuel Tanoira y Santiago Gini que se especializan en aconsejar a emprendedores desde el punto de vista legal y societario. Durante la reunión tuvieron la deferencia de distribuir un documento que se llama “Diez consejos para salir a la cancha” que me pareció sumamente útil e interesante para compartirlo con ustedes así que acá se los dejo…


1. Proteger la idea. Ni contarla a todo el mundo ni guardarla bajo siete llaves. Busquen el equilibrio para compartirla cuando sea necesario sin correr riesgos de divulgación anticipada.

2. ¿Socios o Amigos?. Asociarse con amigos puede ser muy divertido. O un gran dolor de cabeza sino se fijan, por escrito, pautas objetivas para formar el equipo.

3. Cómo asignar acciones. El aporte de cada socio tiene un valor y debe medirse. No es tarea fácil pero tiene que tomarse el tiempo para que la participación se determine por valor agregado y no por pautas subjetivas.

4. Que haya equipo. Los recursos humanos son el alma de la empresa. Invertir tiempo y dinero en captarlos, contratarlos o retenerlos tiene que ser una prioridad. La mayoría de los inversores mira más al equipo que a la idea.

5. Conocer el marco regulatorio. Es fundamental indagar qué normas reglamentan la industria donde quieren insertarse e incorporarlas al plan de negocios. Fallar en esto puede traer mayores costos, demorar el lanzamiento o hacer naufragar el proyecto.

6. Seducir al inversor. No hay una segunda oportunidad de dar una buena primera impresión. Para visitar al inversor, firmen un acuerdo de confidencialidad, elaboren un resumen ejecutivo y presenten el plan de negocios en no más de 20 minutos.

7. Cuánto pedir. La valuación del proyecto es siempre factor de discusión, sobre todo teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos se venden proyecciones futuras. Establezcan mecanismos flexibles, ajustables contra resultados concretos, para evitar costocircuitos en la relación con el inversor.

8. Planificar la búsqueda de inversores. Es un proceso que lleva tiempo (entre 3 y 8 meses) y no hay que esperar a quedarse sin caja para hacerlo, ya que se perderá el poder de negociación.

9. Atención a los impuestos. A la hora de estructurar el negocio uno de los factores que en general no se analizan en profundidad es la cuestión fiscal. Un mal cálculo en este tema puede dejarlos afuera del negocio, o en el mejor de los casos, del negocio que esperaban tener.

10. No quedarse quietos. Muchos emprendedores se vuelven locos por proteger lo que ya crearon e invierten fortunas en hacerlo. Si junto a eso no hay innovación permanente, la competencia estará cada día más cerca.

PD: Gracias Tanoira-Cassagne