jueves, noviembre 23, 2006

¿Un xmplxado xn cincuxnta xs importantx?

Siguiendo en mi derrotero por el interior del país, durante ese mes de ausencias estuve en Bahía Blanca, invitado por una importante empresa cementera otrora de capitales nacionales y que ahora responden al mando de la “verde amarella”.
Ahí tuve la oportunidad de encontrarme con emprendedores del sector de la construcción y al finalizar el encuentro, fiel a mi estilo, me fui a tomar un cortadito a uno de los cafés más tradicionales del lugar (“El Histórico”, en la esquina de Colón e Italia). Por supuesto que no fui solo, me invitó un emprendedor local que hace ya bastante que se dedica a exportar a Corea frascos de miel con ramitas de Ginseng (en otro momento les contaré más de este atractivo negocio). Me contó que en su empresa, de casi 50 empleados, está implementando un sistema de calidad total y recientemente envió a su personal una nota con el propósito de hacerles conocer lo importante que eran todos en este objetivo cuyo texto decía lo siguiente:

"Ustxd xs una pxrsona clavx.
Aunqux xl modxlo dx mi máquina dx xscribir xs vixjo, funciona muy bixn xxcxptuando una sola txcla.
Ustxd pxnsaría qux una sola txcla fuxra dx sxrvicio no sx notaría, pxro aparxntxmxntx una sola txcla fuxra dx sxrvicio arruina todo xl xsfuxrzo.
Ustxd podría dxcirsx a si mismo: “Buxno, no solamxntx soy una pxrsona xntrx tantas, nadix notará si no doy lo mxjor dx mí”. Pxro sí hacx la difxrxncia, ya qux para qux una organización sxa xfxctiva, nxcxsita dx cada uno xn su mxjor capacidad.
Así qux la próxima vxz qux Ustxd crxa qux no xs importantx su xsfuxrzo, rxcuxrdx a mi vixja máquina dx xscribir.
Ustxd xs una pxrsona clavx.
"

Díganme si no esta bueno. Cada vez que conozco a este tipo de emprendedores mejor comprendo cómo hacen que las cosas pasen.......

sábado, noviembre 18, 2006

¿ Existe la perfección ?

Luego de algo más de un mes sin escribir en este espacio (prometo que no volverá a suceder…) les cuento que entre otras cosas fui invitado como disertante a un encuentro con emprendedores organizado por la CAME a la ciudad de Rosario. Allí tuve la oportunidad de reencontrarme con un joven emprendedor local a tomar un café en el clásico bar “El Cairo” (en la esquina de Sarmiento y Santa Fe). Uno de los lugares más emblemáticos de esa ciudad que fue recuperado por otro grupo de emprendedores (entre ellos un médico y una arquitecta) y que es digno de ser visitado por quien quiera decir que estuvo en esa ciudad.

Lo cierto es que durante mi encuentro con este emprendedor tecnológico, devenido ahora en un emprendedor gastronómico me decía, más que orgulloso, que ellos producían con el 99,9% de calidad total aplicada en sus procesos. Eso me hizo recordar que en la generalidad de las empresas se llega al convencimiento de que este 99,9% de calidad aplicada a todas sus actividades es más que satisfactorio y difícilmente superable. Sin embargo, este 0,1% sigue siendo tan importante como lo sería, por ejemplo en los Estados Unidos. Me explico, si se podría alcanzar como meta este pequeño porcentaje significaría “apenas” una enorme cantidad de desastres entre los cuales podría citarles:
  • 12 horas por año de agua insalubre para tomar
  • 700 aterrizajes peligrosos cada año en un aeropuerto importante
  • 20.000 prescripciones médicas incorrectamente recetadas al año
  • 25.000 operaciones quirúrgicas incorrectamente practicadas cada año
  • 18.250 recién nacidos por año que se caen de los brazos de los médicos al nacer
  • 1.400.000 piezas de correo extraviadas al año
  • 19.272.000 cheques que se descuentan cada año de cuentas bancarias equivocadas
Y la lista podría seguirla hasta mañana. Por eso, como le dije a mi amigo esa mañana sabatina mientras nos tomábamos un cafecito y compartíamos otras anécdotas: “…siempre hay cosas para mejorar en tu emprendimiento, aunque trabajes con el 99,9% de calidad, estoy seguro que va a ser justamente ese 0,1% lo que te diferencie del resto de tus competidores y te haga ser único…”